Trabajadores y usuarios del aeropuerto de Málaga nos contactan para contarnos la problemática con la que cada día se encuentran en el aeropuerto internacional Pablo Ruiz Picasso de Málaga.
Nuestro lector nos envía imágenes de una pelea ocurrida en el día de ayer sábado en el interior del recinto aeroportuario, donde se produjo una pelea multitudinaria con conductores de «taxis» ilegales, que asustan a pasajeros y transeúntes.
Nuestro lector nos cuenta, que la situación, lejos de ir a mejor cada día va empeorando, siendo vergonzosas situaciones de este calibre en un enclave de la categoría que correspondería a un aeropuerto como el de Málaga.
El número efectivos de Policía Local, nacional y vigilantes de seguridad destinados a la custodia del aeródromo, brilla por su ausencia, según cuentan usuarios del aeropuerto a El Caso Málaga.
Esta problemática se lleva sucediendo años, afectando de forma grave a los servicios públicos que allí trabajan, bien sean taxis o vehículos VTC, además de ser un grave peligro para los turistas o usuarios del aeropuerto en general, ya que la prestación del servicio de transporte de pasajeros, requiere entre otros, de una serie de seguros que garantizan el viaje de los pasajeros, no teniendo, lógicamente, este servicio ilegal de ningún tipo de licencia, seguro para pasajeros, ni la más mínima garantía de quien te presta el servicio y como finalizará.
El aeropuerto se ha convertido en un lugar donde las mafias del taxi ilegal, cada vez más presentes en lugar de mermadas, se apoderan y pelean por conseguir al guiri que les haga el día sacándoles los cuartos. Normal que se peleen entre ellos
Es una zona sin ninguna presencia policial, (al menos en los 8 mimitos que dura el vídeo que os proponemos) generando una grave inseguridad en un recinto público y que debería estar especialmente vigilado por razones obvias de seguridad tratándose del lugar que se trata.
Esta es la realidad de uno de los principales aeropuertos internacionales, donde estas situaciones a estas alturas deberían estar más que solventadas. No obstante, teniendo en cuenta que en todos estos años nadie ha dado una solución absoluta, más que controles puntuales en algunos puntos muy esporádicamente por parte de la policía, los profesionales legales no auguran que nada bueno pueda suceder, según afirman a esta publicación. La solución pasa por tener una vigilancia 24 horas en estas zonas, además de sanciones que impidan que estos vehículos usados para el transporte ilícito de personas puedan seguir circulando y se les sean retirados de la circulación una vez detectados.