Según las estadísticas del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, casi la mitad de los conductores fallecidos en siniestros viales presentan presencia de algún tipo de droga en el organismo, quedando demostrada la influencia que tiene el consumo de alcohol y/o drogas en las cifras de la siniestralidad vial más graves.
La Policía Local de Málaga, consciente de dicha realidad, viene luchando desde hace años contra esa lacra mediante controles preventivos de alcohol y drogas y mediante campañas en las fechas más señaladas, como Semana Santa, Noche de San Juan, Feria de Málaga, Halloween o Navidad.
Tras la reciente incorporación de nuevos agentes al Grupo de Investigación de Accidentes y Atestados (GIAA) de la Sección de Policía Judicial del Cuerpo, la totalidad de componentes de dicho Grupo han recibido un curso teórico-práctico para la realización de pruebas de detección de drogas en la conducción en la Escuela de Seguridad Pública del Ayuntamiento de Málaga (ESPAM).
Con ello, los policías locales del GIAA disponen de la formación específica que les habilita para poder realizar pruebas de detección de drogas en la conducción tanto en controles preventivos, como tras la comisión de infracciones graves o muy graves a la Ley de Seguridad Vial, a conductores implicados en siniestros viales o a aquellos que presenten sintomatología específica y clara relacionada con el consumo de sustancias prohibidas.
Recordar que este tipo de conductas ilícitas se puede perseguir por vía administrativa, conllevando sanción económica y pérdida de 6 puntos, en el caso de quedar acreditada la presencia de drogas en el organismo, siempre y cuando no se observe una sintomatología clara y específica, y por vía penal, cuando exista una sintomatología clara que acredite la influencia de las drogas en la conducción, por la comisión de un presunto delito contra la seguridad vial recogido en el art. 379.2 del Código Penal, que establece penas de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, además, la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
A raíz de esta formación, desde la Policía Local de Málaga se pretende incrementar el número de pruebas de drogas a conductores, con el firme propósito de fomentar la seguridad vial en la ciudad de Málaga.