Agentes de la Policía Nacional han detenido en Málaga y Ceuta a doce personas, cuatro de ellas de nacionalidad francesa y ocho de origen español, de entre 19 y 51 años, como presuntas responsables de los delitos de secuestro, robo con violencia o intimidación, contra la integridad moral y pertenencia a organización criminal. Según la investigación, la trama estaría tras el secuestro durante cinco días de un ciudadano de procedencia belga, sometido a trato degradante por sus captores en una vivienda de la localidad malagueña de Coín, en relación con la presunta sustracción de un cargamento de sustancia estupefaciente valorado en 1.500.000 euros.
Abordado por cinco encapuchados provistos de armas de fuego
El secuestro se produjo el pasado día 1 de junio de 2021 cuando la víctima, residente en Marbella (Málaga), fue abordada mientras se disponía a subir a su coche en San Pedro Alcántara. Cinco encapuchados provistos de armas de fuego se lo llevaron por la fuerza, trasladándole a una casa de campo en una zona de difícil acceso en el término municipal de Coín.
Los hechos fueron denunciados por la familia del perjudicado, que recibió varias comunicaciones de los secuestradores exigiéndoles una importante suma de dinero, concretamente 1.500.000 euros, a cambio de su liberación.
Según las diligencias practicadas, la víctima fue sometida durante los cinco días que duró su cautiverio a trato degradante: amenazas, golpes, privación total del sueño, generación de hipotermia -colocándole bolsas de hielo por su cuerpo con un ventilador orientado hacia él-, entre otras acciones.
La presión policial habría sido el detonante para que la organización criminal liberase al perjudicado pese a no haber recibido la cantidad supuestamente adeudada. El motivo del secuestro sería precisamente el robo de una gran cantidad de sustancia estupefaciente propiedad de un miembro de la trama.
Así, tras una ardua investigación liderada por la UDYCO Costa del Sol, se pudo determinar que el secuestro fue planificado y ejecutado por un grupo criminal asentado fundamentalmente en Málaga y Ceuta, cuyos integrantes, con antecedentes por delitos violentos, tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas, residirían en las localidades malagueñas de Marbella, Benalmádena y Coín, y en el barrio ceutí de El Príncipe.
Integrantes muy violentos y altamente especializados
Dirigido por un empresario francés de origen magrebí, el entramado estaría dedicado al tráfico de drogas internacional, contando entre sus filas con individuos muy violentos, especializados en la apertura de puertas de viviendas y vehículos, para lo que empleaban todo tipo de recursos tecnológicos como dispositivos de geolocalización, inhibidores de frecuencia, drones y cámaras espía, entre otros artilugios.
A raíz de la identificación de sus integrantes, el pasado 15 de septiembre se llevó a cabo un dispositivo policial compuesto por más de 70 agentes. La acción policial se concretó en la ejecución simultánea y coordinada de siete registros domiciliarios en los partidos judiciales de Marbella, Coín y Ceuta, que culminó con la detención de doce personas, entre ellos el líder.
Fruto de los registros efectuados, en la denominada operación Shai los agentes intervinieron, entre otros efectos, dispositivos de geolocalización, inhibidores de frecuencia, drones, cámaras espía, material informático, una máquina duplicadora de llaves, ganzúas, herramientas, pasamontañas, prismáticos, relojes de lujo, tres vehículos y dinero en efectivo.
De los hechos conoce el Juzgado de Instrucción 1 de Marbella. Cuatro de los detenidos han ingresado en prisión.